Rocio Rendon: Artista Conceptual

 Sin afán de introducir mi propuesta en terrenos políticos pretendo mostrar una bandera de señales, una bandera de emergencia apelando al tipo de banderas que se utilizan para indicar, señalizar o prevenir de manera visual a la población de alguna circunstancia.

El contexto de indignación frente las arbitrariedades del fujimorato me llevaron a expresar mi rechazo y a rescatar un símbolo, la bandera del Perú, que había sido secuestrada por aquellos que defendían un gobierno autoritario y excluyente. Hablar de los noventa nos hace recordar la ardua y penosa lucha por una democracia y gracias a este interés por lo nuestro que estaba siendo vulnerado nos sigue revelando claves de lo que somos como país y lo mucho que nos falta hacer. Necesitábamos expresarnos por una razón sublime y sagrada: el amor a la patria.

Ésta bandera de Emergencia no es afable. No es terapéutica. No colabora con el trabajo de duelo u olvido; si fuese así sería una inscripción borrada. El olvido solamente se recupera mediante la palabra y la provocación del movimiento de los campos rojos laterales compuestos por luces circulinas de emergencia y por luces blancas de centro hospitalario. Ambas luces segadoras y aturdidoras.

Para la memoria colectiva es muy provechoso que un símbolo encuentre un destino mejor. No hay espacios buenos o malos desde el punto de vista ético, hay aprovechamientos buenos y malos. No se trata de olvidar sino de purificar. No hay rescate mejor que el popular.

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